El Rey, el más grande de todos los tiempos… Una infinidad de elogios le tienen en lo más alto del firmamento del fútbol. Es el único tricampeón del mundo. Hoy Edson Do Nascimento Arantes Pelé ya es una leyenda.

Aunque todos Quienes alcanzaron a verlo jugar dieron y dan fiel testimonio de su magia inigualable con la pelota. Eso le permitió llevar de la mano a Brasil a conseguir tres coronas mundiales.
Raúl Orvañanos, en su cuenta en Twitter @RaulOrvananos, nos recuerda un hecho determinante en los albores de Pelé. El ‘Maracanazo’ de 1950 ocasionó una ‘explosión’ de la que nació una estrella. Cuando Brasil cayera 1-2 ante Uruguay, Pelé, de 9 años, hizo una promesa para calmar las lágrimas de su padre Dondinho. “No llores, papá. Yo voy a ganar una Copa del Mundo para ti. ¡Se lo prometo!” No solo fue una, sino que le regaló tres copas del mundo.

Así, en 1958, un adolescente de 17 años ya cumplía su promesa. Marcaba 6 goles en 4 partidos de la Copa del Mundo. Anotó un triplete en semifinales y dos goles en la final, lo que le permitió consagrarse como campeón mundial como el futbolista más joven de la historia en lograrlo. Así nacía una auténtica leyenda del fútbol y un referente para los deportistas y todo mundo.
A sus 89 años, jugaba el partido más decisivo en su vida contra el temible cáncer. Hoy ya es una leyenda.
Pelé estuvo en Cuenca

Su sola presencia alborotó a los cuencanos. Cientos de personas se agolparon para recibir a Pelé en el aeropuerto Mariscal La Mar. Luego en el hotel Oro Verde, donde se alojó y claro, en el estadio Alejandro Serrano Aguilar. Pelé llegó como invitado a Ecuador para la Copa América de 1993. Pues, en la primera fase que se jugó en el estadio cuencano, la selección de Brasil compartió el Grupo B junto con Paraguay, Chile y Perú.
Hubo quienes tuvieron el privilegio de tomarse fotografías para el recuerdo junto al astro brasileño. Entre ellos están el cronista gráfico Eduardo Torres, los periodistas deportivos Rafael Guamán y Hugo Mogrovejo, entre otros. Hoy, desempolvaron aquel tesoro como un homenaje a quien fuera el máximo futbolista del mundo.