
Un gran talento y una técnica extraordinaria. A sus 21 años, Glenda Morejón Quiñónez es hoy la mejor marchista de Ecuador y sus pasos de oro están para largo. Ahora su camino la conduce al Campeonato Mundial de Atletismo de Oregon, Estados Unidos, a realizarse desde el 15 de julio.
Allá llegará con su mayor carta de presentación la doble corona (individual y en equipo) en los 35 km del Campeonato Mundial de Marcha por Equipos en Omán (país de Oriente Medio) y su auspiciosa trayectoria.
Asombro y euforia. Esa simbiosis de emociones desató entre sus compatriotas cuando, aquella fría madrugada del 5 de marzo en Ecuador (9 horas de diferencia con Omán), la vimos cruzar la línea de meta triunfante, con jerarquía y emocionada hasta las lágrimas con justísima razón.
Su corona mundial le permitió la revancha del traspié que sufriera en su debut en Juegos Olímpicos en Tokio 2021 y que diera lugar a agrias y desatinadas críticas y cuestionamientos. Ella silenció la boca de aquellos que pusieron en duda su gran talento como marchista.
Desde ese día, Glenda experimenta un nuevo giro en el estilo de vida. Volvió la confianza en sí misma y regresaron los gestos de admiración, con felicitaciones, pedidos de autógrafos y fotografías o de invitada especial como la gran figura del deporte ecuatoriano. Todo le resulta una gran dósis motivacional.
«Una locura» de decisión técnica la puso a reforzar al equipo ecuatoriano para los 35 km. El día clave, demostró de largo que tiene grandes condiciones fisiológicas.
Su técnica es exquisita «para los jueces y para la locomoción con ahorro de energía». Es decir, «fisiológicamente responde muy bien a altas cargas de entrenamiento. De musculatura bien dotada y, lo mejor, tiene una frecuencia de paso extraordinario. Además, la concentración de ácido láctico o lactato (sustancia producida por el tejido muscular y que genera cansancio al disminuir los niveles de oxígeno) en la sangre es relativamente bajo.
Julio Chuqui, actual entrenador de Glenda Morejón

Paso a paso
Lo alcanzado hasta ahora por Glenda no es un hecho aislado o casual. Es resultadode la constancia y un proceso fortalecido por grandes logros internacionales:
- Oro 10 km Juvenil (43:07) Copa Panamericana de Marcha, México, 2017
- Oro 5 km Campeonato Mundial Prejuvenil, Kenia, 2017
- Plata 10 km Campeonato Mundial de Marcha, China, 2018
- Oro 20 km (1:25:29) Gran Premio Cantones de Marcha, La Coruña, 2019
- Oro 20 km Sudamericano de Atletismo Sub 23, Guayaquil 2021
- Oro 20 km Juegos Panamericanos Junior, Barranquilla 2021
- Oro 20 km Campeonato Sudamericano de Marcha, Lima 2022
- Oro 35 km Campeonato Mundial de Marcha por Equipos, Omán 2022

Hasta su participación en Juegos Olímpicos estuvo dirigida por el también marchista Andrés Chocho. Y desde septiembre pasado, va de la mano del entrenador Julio Chuqui, en busca de perfeccionar su técnica. Aparte que ha resultado clave en su recuperación anímica, ante el respaldo sobre de todo desde la familia del Chuko’s Team.
Sus primeros pasos

Intactos están en la memoria de la campeona mundial esos momentos de cuando, a los cinco años, empezó a practicar atletismo. Lo incentivó su padre Luis Morejón. Incluso atesora la foto que perennizó el momento de uno de sus primeros triunfos.
Soñaba con llegar a grandes logros en carreras de fondo y medio fondo. Hasta que hace nueve años su primer entrenador, Giovan Delgado, apareció para descubrir el talento de Glenda para la caminata atlética. Claro que tuvo que insistir para convencerla a que sea parte de la Tarquino Jaramillo Athletic School, que la fundará en el 2001. Hoy, ella expresa gratitud por esa persistencia de su formador, a pesar de que su alumna se resistía a practicar esa disciplina de movimientos raros.
Nunca se imaginó ser marchista y mucho menos en convertirse en una figura mundial. A tal punto que la World Athletics le permitió el privilegio de ser la invitada especial para la conferencia de prensa oficial del Mundial de Marcha por Equipos en Omán.
Algo que la actual campeona del mundo aún tiene pendiente es encaminar su anhelo de estudiar y convertirse en una profesional en nutrición deportiva. Pero, por ahora, sus pasos la llevan hacia los Juegos Olímpicos de París 2024 y a su madurez deportiva. Y en esa misión, un respaldo clave es el de la empresa privada.
Desde el 2017, la deportista cuenta con el patrocinio de Banco Pichincha – Crisfe y Nike. Claro que anhela cautivar a nuevos auspiciantes desde la empresa privada, que le permitirán una mayor tranquilidad y concentración en sus objetivos deportivos.
Hasta tanto no deja de agradecer esos invaluables gestos de apoyo emocional de la gente y su compromiso es seguir esforzándose para defender los colores de Ecuador.
